¡Hace tantos caminos
se rompió nuestro abrazo!
¡Hace tantos silencios
que olvidamos querernos!
¡Hace tantas miradas
que se quebró el ocaso!
¡Hace tantas hogueras
que se apagó el incendio!
Se murieron de frío
la voz y los latidos,
se alejaron las manos
con un soplo de viento,
Se alojó en nuestro pecho
este invierno maldito,
deshojando las risas
floreciendo el lamento.
¡Hace tantas palabras
que no decimos nada!
¡Hace tantos murmullos
queriendo conocernos!
¡Hace tantos caminos
se rompió nuestro abrazo!
¡Hace tantos silencios
que olvidamos querernos!
¡Qué pocas veces, al leer un poema de desamor, pensamos en lo terriblemente dura que es esa situación! Sobre todo cuando hubo un gran amor y se ha ido muriendo... Muy bello tu poema.
ResponderEliminarGracias Luis Roche Peña, por pasarte y comentar. Saludos!!!
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