Te busco en un lugar
donde es posible amarte,
más allá de mí, del mar,
de tu presencia.
Te busco más allá
de estas horas inertes,
lejos de la palabra
y de los hechos.
Te busco tras la muerte,
no lejos de tu cuerpo,
no lejos de mi urgencia,
a ti engarzada.
Te busco en la memoria
en esta absurda ausencia
donde crece la lluvia
repentina.
Te busco en un lugar
donde es posible amarte,
tras esta soledad
perecedera.