viernes, 9 de marzo de 2012

UN HOMBRE

 Puede un hombre cansado
sentarse en una piedra
a admirar su fracaso.

Y ver que está tan solo,
que hasta la risa le huye
y la lágrima se seca.

Que hoy, ni la soledad le hará de cuna,
ni la noche de abrigo.

Que se han quedado él y sus zapatos
sin saber hacia donde dirigirán sus pasos.

Porque el mundo es un pozo
tan oscuro y vacío
que repliega sus alas,
junto a un río de ecos.

En medio del silencio
puede un hombre cansado
sentarse en una piedra,
y ver sus pies descalzos. 

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