domingo, 4 de noviembre de 2012

LA VIEJA COSTUMBRE






















Otra madrugada que se ha ido
otra que hemos perdido
en la vieja costumbre de añorarnos.

Tú sabes que te espero
y yo sé que me esperas,
y los dos esperamos
caminando a deshoras
transitando el silencio.

La noche es un instante
que se alza en el aire,
una nube que flota
de tu pecho a mi pecho.

Y mientras tanto crecen
el miedo y la desgana
de enfrentarse a los hechos.

Vacilantes las sombras
nuestros párpados besan
con un placer furtivo
y un perverso secreto.

Azorados dejamos
que amanezca de nuevo
en la vieja costumbre
de añorarnos.

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