A veces me pregunto
cuántas piedras más tendrá el camino
cuántas copas de vino
se volverán vinagre
y fingiré que nada pasa
salvo una golondrina que en la tarde,
hace su recorrido y languidece,
por lo demás, la pena crece
por las horas perdidas, sin sentido
de besar siempre a un paso del delito
la boca del primer sapo que encuentre.
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