Fue un beso
del tamaño exacto del pecado.
Fue un beso gris oscuro
como nubes dispersas
amenazando lluvia,
con ese gusto ocre
a despedida.
Fue un beso solitario
perdiéndose en el fondo de la boca,
cruzando la distancia de la duda,
atravesando campos minados.
Fue triste, intenso, amargo,
con un sabor disperso a trementina
fue terciopelo y seda, vaso de soledad,
espina y clavo.
Calvario del calvario,
desnudo desamparo,
trazo de infinitud, luna encendida.
Fue desarraigo, lumbre,
ceniza y tempestad,
dolor y olvido.
Fue todo lo que fue, dulce locura
agridulce manjar, fruto prohibido,
fue el aguardiente añejo
degustado despacio, a sorbos lentos.
Fue un beso
sólo un extraño beso, complejo y aturdido,
del tamaño exacto del deseo,
del exacto tamaño de la vida.
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