martes, 17 de junio de 2014

SIN MÍ



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Me quedo aquí, con este corazón
vacío, descreído,
en este crudo invierno desolado.

 Me quedo con las horas de locura
con los días inciertos,
con la leve llovizna entre las manos.

Me quedo con el hielo del olvido
la sangre coagulada,
con el trueno que aúlla en la tormenta.

Me quedo con la luz entre las sombras,
con la noche alargada,
con la risa enterrada en el lamento.

Me quedo las espinas de las rosas,
el aire estrangulado,
el aroma marchito del recuerdo.

Me quedo con la sal entre la herida
con los pies en el barro,
cruzando el callejón de la amargura.

Tú, te quedas sin mí.

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