ALLÍ

Allí se establecieron las fronteras
tu equipaje iba herido
tan cargado de niebla y desamparo,
y yo por no llevar
ni equipaje llevaba tan siquiera.

Allí se conocieron nuestras bocas
por fin les dimos alas a los sueños,
y fuimos solo un pulso
latiendo a la deriva del deseo.

Allí se establecieron las fronteras
demasiado dolor acumulado
demasiado pasado en el presente,
y tanto miedo en la sonrisa, camuflado.

Y es que nos presentimos tantas veces
que aquellos nuevos besos eran viejos,
aquellos brazos que ya se conocian
se abrieron presurosos al encuentro.

Allí se establecieron las fronteras
susurraban las hojas, mecidas por el viento
volvimos nuestros pasos
rumbo hacia el infortunio
impregnando la piel de mudo desaliento.

Con ellas se quedaron
los sueños y la risa cotidiana,
el eco de palabras malheridas,
como dientes, clavándose en el alma.

Allí quebró la voz
allí se establecieron las fronteras
allí quedó el reflejo que tocamos,
allí murió la lágrima primera.