sábado, 3 de diciembre de 2011

NO VENGAS

Acaso seas la nieve
por el sol desleída,
palideciendo absorta,
en la nueva mañana.

Esquivo de mis brazos,
corazón distanciado,
estrenas horizontes
donde tender tus alas.

No vengas a entregarme
éste paisaje helado,
donde el sol no amanece,
y se secan los ríos.

Donde el cielo se frunce,
y las nubes se acercan,
se perturban las horas,
y se alarga el camino.

No me traigas susurros
traspasando senderos,
ni me busques los labios,
con tu boca vacía.

Empapada de hastío
desterrada de sueños,
vi nacer mil auroras,
con mirada baldía.

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