de estos ojos ausentes,
igual que un día llegaron,
ya no regresarán.
Pues son sueños que fueron
corriendo hacia la muerte,
y en agónica suerte,
trazaron su final.
Los sueños que llegaron
en lejanos navíos,
y extasiados cruzaron
todo el inmenso mar,
se los llevó deprisa
la corriente de un río,
y algún golpe de brisa,
los hizo zozobrar.
Los sueños que se fueron
de estos ojos vacíos,
murieron en silencio,
y no regresarán.
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