miércoles, 20 de abril de 2011

NADIE

Nadie vino a esperarme
y estoy tan desolada
andando por la calle,
sin mirar hacia atrás.

El viento mueve al árbol
que crece sin su rama,
como mueve al espanto
ésta cruel soledad.

Ya vuelve el sobresalto
al ver desamparada
caer sobre mi cara,
todo el dolor del mar.

Nadie vino a buscarme
y cae la madrugada,
igual que cae la rosa
maltrecha del rosal.

Todo me lo provoca
mi corazón vacío
que siente ahora el hastío
por perder la ilusión.

Nadie vino a buscarme
es tarde y hace frío
¡que lejos lleva el río
ésta triste canción!

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