la pregunta imprecisa
la respuesta inconcreta,
la mirada indecisa.
En los labios el beso
que murió sin saber
de placeres secretos,
sin llegar a nacer.
Con el alma doliente
de una pena secreta
esperando impaciente,
la pregunta concreta.
En los ojos la duda
sin llegar a creer
¡cuántos besos murieron
sin llegar a nacer!
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