¿Acaso se quisieron?
No responde el aire, que aleja las palabras.
El silencio es la roca gigante donde todo se estrella
y queda la pregunta brotando entre las piedras,
flotando en el paisaje de lo absurdo
en la tierra de nadie, a la sombra
de las voces calladas.
¿Acaso se quisieron?
¿o fueron sólo templos de almas ausentes
orillas de un abismo, que se atrapan?
Quizá fueron presidio y a la vez prisioneros
cruzando el mismo puente en hora punta
o tal vez fueron el hálito del viento
que arrastraba sus pasos
entre el amanecer y la nostalgia.