lunes, 17 de octubre de 2016

A LIMÓN Y DESENGAÑO







Apenas va quedando entre los dedos
la curvatura breve de tu espalda
en los labios, un resto de alabastro
y el regusto a limón y desengaño.

Se queda entre los ojos
la diluida imagen del deseo
en el pecho, un corazón venido a menos
y el regusto a limón y desengaño.

Se queda entre la piel alguna huella
una herida en el alma
un anhelo de olvido
y el regusto a limón y desengaño.

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