miércoles, 1 de abril de 2015

SEGUIRÉ LA CORRIENTE






















Ahora,
que me he desacostumbrado
a estar acostumbrada,
que pesa más la piel
que las heridas
ahora,
que ya no espero nada
y que de aquél amor queda
la costra en las pupilas,
ahora,
que no importa si fue
o si pudo ser
que no es el que dirán
ni la utopía,
ahora,
que la mirada está baldía
que apenas pruebo el agua
para no tener sed.
Ahora,
que ya no estoy en ti,
ni estás en mí,
que ni un resquicio queda
a la duda
ahora,
que ya ha pasado el tiempo
alguna arruga
me cuenta que he vivido;
que he llorado,
también reído.
Ahora,
que este nuevo traje
me sienta como un guante
y que me ha de durar
mucho camino
ahora que el destino
me lleva,
a ninguna parte.
Ahora,
que tengo por costumbre
no estar acostumbrada
que no quiero esperar
ni ser esperada,
y que empapo en tequila
el recuerdo y la pena
ahora,
 que mastico la arena,
que ya no te recuerdo,
ni te olvido
que siendo el perdedor
no me decido
a que salga la sangre
de mis venas.
Ahora
prefiero caminar
mirando al norte
con muy poco equipaje
en la maleta
un poco de ilusión,
algo de soledad,
algún sublime instante
en mi almohada
Ahora,
que devoro la vida
sin pausa y sin prisa,
reprimiré la risa
y seguiré la corriente
 a los que digan
que entre tú y yo, jamás
existió nada.

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