martes, 4 de febrero de 2014

OTRO DÍA DE OLVIDO



















Era mi soledad junto a la tuya
unidas por algún hilo indivisible.
Universos alados,
que estaban destinados a encontrarse.

Eran dos soledades al unísono
dos nostalgias febriles, dos antorchas prendidas
que se reconocieron al instante.

Ahora mi soledad, camina sola
no debí retornar de tu agonía
aunque eso supusiera
cavar mi propia tumba.

¡Se muere tantas veces mientras pasa la vida!
¡Son tantos estertores vagando por el mundo!
¡Dejamos en el aire tantas palabras nuevas!

Ahora mi soledad, camina sola
ahora tu soledad, es sólo tuya;
Es más gris la mañana y la noche más densa
mientras nos regalamos
otro día de olvido.

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