sábado, 2 de noviembre de 2013

QUEDATE





















Alcanzamos el viento
con las palmas abiertas
el ansia de la carne
saciamos entre besos.

Con los ávidos ojos
consumimos las horas
la errante realidad
dormitó en nuestro lecho.

Nos vencieron las dudas
el miedo y la amargura
y se forjó el quebranto
mordiéndonos los huesos.

Interminables noches
de nostalgias heridas
deslizaron las sombras
en tu cuerpo y mi cuerpo.

Ríndete al abandono
de la sorda tristeza
búscame entre tu llanto
abrázame en los sueños.

Recuérdame en la risa
en el agua, en la tierra
acércame a tu boca
aunque me encuentre lejos.

Quédate en este espacio
hecho de fuego y humo
donde evoco tu nombre
y se prolonga el tiempo


2 comentarios:

  1. Siempre tan profunda y a bordo de una infinita soledad que llega hasta el hipotálamo. Precioso, precioso.

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  2. Gracias por pasarte y dejarme tu comentario. Un abrazo!!!

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