
Largo tiempo he soñado
en una eternidad que ya termina
tan solo la tormenta
germina en los espacios que me envuelven.
Ni siquiera me queda
un poso de dolor y de amargura
tan solo este vacío
que se adhiere a la piel y me desgaja.
Largo tiempo he esperado
y hasta la espera ha muerto en el camino
tan solo me acompaña
el eco de un suspiro vacilante.
Las manos se han quedado
llenas de desamparo e infortunio
mientras que el corazón
sigue latiendo solo por costumbre.