
No sé en que hora me quedo
a solas con la muerte
si cuando te has marchado
o mientras aún te alejas
y llevas en las ropas
los restos de mis sueños
y dejas este vaso
de raíces añejas.
No sé en que hora me quedo
a solas con la muerte
si cuando estás conmigo
o cuando al fin me dejas
y llevas tras tus pasos
un corazón herido
remendado por hilos
de añoranzas ya viejas.
No sé en que hora me quedo
a solas con la muerte
si cuando veo en tus ojos
morirse dos estrellas
y siento que la noche
se prende entre mis poros
y una cruz de silencio
se clava entre las cejas.