domingo, 10 de marzo de 2013

MUERO EN TI



Renazco  y  muero en ti
y paladeo tu nombre
que se va diluyendo entre los labios,
atraviesa mi lengua y la lacera.

Soy luna en la mañana
y sol a medianoche
volando hasta encontrarte
en los pliegues del alma que te lleva.

Soy espina clavada en el ocaso
fecundada de miedos y de ausencias
sentada en el albor de la memoria
hechizada ante la tumba abierta.

Marea que se esconde entre los ojos
la voz deforme de la noche inquieta,
intrépida enemiga de mi misma
que desnuda la ola y la fragmenta.

El límite es el viento
que cubre tu camino
de polvorientas sombras angulosas,
de pétalos marchitos y hojas secas.

Renazco y muero en ti
a cada paso
sin gritos ni sollozos en la niebla,
tan solo un gusto amargo entre los labios,
que atraviesa la lengua y la quiebra.

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