LA POESÍA

Sales recién amanecida
erguida en tu lenguaje
deshabitada de ti misma
desligada de todos.

Sales de tu propia raíz
jubilosa y serena
y traes con tu presencia
el aroma del mundo.

Vistes con transparencias
y sonríes altiva
con determinación
y sin tapujos.

Eres la poseedora del secreto
del amante que aguarda,
del amor que se aleja,
de la risa que muere.

Y te muestras dichosa
con tus ojos ya viejos
y sin embargo nuevos,
siempre alerta.

Sabiendo que enarbolas
el aire de emociones encontradas
la lágrima que brota
y que desciende.

Sabes que tras de ti
hay corazones rotos
hay sueños y ternura

y anhelos escondidos.

Sabes que siempre habrá
quien persiga tu rastro
y seguirá tu estela
allá donde te encuentres.

Eres etérea y luminosa
la flor errática que llega
y viste de perfume
el llanto del poeta.