jueves, 28 de julio de 2011

DUENDES DE LA NOCHE

















Luceros fugitivos, los párpados cerrados
desandan el sendero que nunca recorrieron
ya murieron las rosas que un día florecieron,
en marchitos jardines que fueron olvidados.

En mi andar indeciso, ya encontraré el camino
haber soñado tanto, es haber muerto un poco
atado al desencanto dejo un corazón loco
buscando las respuestas, a tanto desatino.

Me alejo sin sollozos, moribundo de sueños
bajo la densa niebla que cubre indiferente
una estrella apagada, que me tiende la mano.

Los duendes de la noche, merodearán risueños
el negro desaliento me besará en la frente
mientras calladamente, mi amor te busca en vano.

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