Los mortales silencios van cruzando la casa
arrastrando las dudas sobre el piso vacío
el espanto se cuela a través de las puertas
y en la noche cerrada crecen negros olvidos.
En la casa sin nombre quedan sólo fantasmas
que deslizan sus pasos como aves sin nido
y le crecen sonidos de desnudas palabras
que se cubren de luto sobre blanco rocío.
A la casa gastada le han salido mil grietas
y le llueven recuerdos al estrecho pasillo
los mortales silencios van cruzando la casa
mientras crece la noche y se muere de frío.