una lengua de fuego,
va lamiendo en silencio
éste rumor de nieve.
Donde echó sus raíces
una rosa de invierno,
se deshoja en confines,
de la hora lejana.
Se desangra en las manos,
-corazón taciturno-
en las alas del viento,
golpeada de invierno.
Se quebró su coraza,
en montañas perdidas,
sólo quedan ruinas,
en el último aliento.
PRECIOSOOOOO... SE QUEBRO SU CORAZA..EN MONTAÑAS PERDIAS..SIOLO QUEDAN RUINAS,,, EN EL ULTIMO ALIENTO.............PERO QUEDA LA ESPERANZA¡¡¡¡ GIO
ResponderEliminarDe fuego y viento son tus versos albergados en un corazón grande como la montañas.
ResponderEliminarGracias Gio por pasarte por aquí.
ResponderEliminarAbrazos,
Inma
Gracias Ramón, por tus hermosos comentarios.
ResponderEliminarSaludos,
Inma