para acallar mi aullido desolado.
Cae la lluvia tenaz como un suspiro;
Regando con sus lágrimas
algún último anhelo,
nacido de un susurro
solitario en el pecho.
Sumergida de olvido
has venido a mi encuentro,
y desatas mil versos
en la noche callada.
Siempre traes en tus manos
arco iris inmensos
alejando los miedos,
de ésta tierra quemada.
Te quedarás aquí, aunque te vayas
alejando éste invierno que me acosa.
Regresas hoy del infinito,
para acallar mi aullido desolado.
BELLISIMOOOOOOOO ¡¡¡¡¡¡ BESOSSSSSS
ResponderEliminarPARA ACALLAR MI AULLIDO, DESOLADO................PRECIOSOOO......GIO
El silencio de la noche es la musa del poeta, ese palpitar inquieto que se transforma en versos.
ResponderEliminarGracias Gio y Ramón por vuestros comentarios. Un placer que os hayais pasado por el blog.
ResponderEliminarAbrazos!!!
Inma