no llevaba ni agua que aplacará su sed,
se alejó con los restos de una vida baldía,
la mirada sombría, dando un salto sin red.
Con el paso del tiempo, contempló su locura
y perdido en la bruma ya no supo volver,
en el pecho prendida, una sorda amargura,
que entre blancas espumas, empezó a florecer.
Han pasado los años y ante su desconsuelo,
ya no hay quien le espere, a la orilla del mar,
los amores se enfrían, convirtiéndose en hielo.
Sólo un cielo de nubes acompaña su paso,
la que le quiso tanto, se cansó de esperar,
y se aleja cantando, con la luz del ocaso.
Triste realidad plasmada con toda la sensibilidad y la belleza que tanto admiro en tu poesía. Gracias, Inma.
ResponderEliminarGracias Alma en el verso. Un placer que me leas y encontrarte por aquí.
ResponderEliminarSaludos,
Inma Diez
Sensibles,íntimos,solitarios,cálidos,atrayentes,tristes,con vida,una dulzura leerte
ResponderEliminarGracias por tus palabras lostie57, me alegra que te guste lo que escribo. Un placer que leas y que comentes.
ResponderEliminarUn cariñoso saludo,
Inma
Precioso y tierno...
ResponderEliminarGracias Margarita, por tus comentarios y por pasarte a visitar el blog.
ResponderEliminarUn saludo,
Inma
MARAVILLOSO BLOG. MARAVILLOSOS ESCRITOS, POEMAS, VERSOS, IMÁGENES, MÚSICA...¡¡ TODO !!! MI MAS SINCERA ENHORABUENA . TIENES UN GUSTO EXQUISITO Y UN ALMA GRANDE DE POETA.
ResponderEliminarBESOS DESDE GRAN CANARIA- ESPAÑA
NIEVI
Muchas gracias Nievi, un placer que te hayas pasado por el blog y una gran alegría de que te haya gustado.
ResponderEliminarUn abrazo grande,
Inma