Somos solo tú y yo
en esta hora
sin pasado
ni futuro.
Apenas nace el día
y al mirarnos
pintamos una sombra
de silencio.
Nos sobran las palabras
que solo afianzarán
nuestra tristeza.
La vida sigue ahí fuera
mientras que entre nosotros
se ha detenido el tiempo.
Se escurre por la puerta
la flor de la desdicha
y una clara consciencia
de que se muere un sueño.
No hay nada que explicar
los dos sabemos
que hicimos realidad
una utopía.
Es hermoso, triste pero sentido me alegra que compartas tan bello escrito, gracias Inma...
ResponderEliminarGracias Maria Isa Isabel Ascanio, por pasarte y comentar. Un placer que te haya gustado.
ResponderEliminarSaludos,
Inma
es precioso Inma... me has dejado muda... ese quiebro utópico como deseo culminado es, francamente, estremecedor, bello de verdad... encantada de leerte, amiga, ya era hora de que te cruzaras en mi camino (soy Roranna Tepuy)
ResponderEliminarGracias por pasarte por aquí, Roranna, y gracias por tus comentarios. Saludos, amiga y bienvenida siempre!!!
ResponderEliminarMe gusta Inma el final muy bueno. Tocaya linda.
ResponderEliminarGracias tocaya. Un placer siempre encontrarte. Besos!!!
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