Le dieron un fusil y mil promesas
y creyéndose un hombre
fue hacia el frente.
Vio niños como él
caer sin vida
en aquél juego cruel
de fuego y muerte.
No hay ni un resto de niño en sus pupilas
un viejo va asomándole en la frente.
Le dieron un fusil y mil promesas
robándole la infancia para siempre.
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