Llego desposeída y taciturna
me basta con mirarme para verte
y saber que en un lugar
en esta misma hora
también tú me recuerdas.
Y suspiras al viento
y abarcas universos con las manos
y recorres caminos y me acercas.
Sé que cuando nadie mira
aparece la sed en tus pupilas
y crecen heridos los silencios
y arrastras tu pena entre las sombras.
Sé que cuando estás solo
se acercan grises nubes de tormenta
y entonces te permites
ahogar tu llanto en mi recuerdo.
Sé que me buscas tras tus ojos
como yo te he buscado,
sabiendo de esta ausencia
sin retorno.
Yo en ti y tu en mí, en una ausencia sin retorno... ¡Qué bello!!!. Gracias, Inma.
ResponderEliminarGracias a ti, Alma en el verso, por acercarte a leer y comentar.
ResponderEliminarUn abrazo!!!