Mientras tañen las campanas del olvido
y en la boca agonizan las palabras
soy el pasto de la noche inquieta
náufrago eterno, corazón en llamas.
Frágil equilibrista al pie del precipicio
prisionero de dudas en esta jaula blanca
me arrastra enloquecido el vientre de la sombra
que espera mi caída
y aguarda
solo aguarda.
Y se caen al vacío los silencios
y se caen al silencio las palabras
un aullido se rompe entre mis manos
y se quiebra la voz desgarrándose el alma.
Cuando hundo los pies a cada paso
y la tierra me grita y tu nombre me sangra
soy el pasto de la noche inquieta
náufrago eterno, corazón en llamas.
y aguarda
solo aguarda.
Y se caen al vacío los silencios
y se caen al silencio las palabras
un aullido se rompe entre mis manos
y se quiebra la voz desgarrándose el alma.
Cuando hundo los pies a cada paso
y la tierra me grita y tu nombre me sangra
soy el pasto de la noche inquieta
náufrago eterno, corazón en llamas.
Pura poesía Inma, no sabría qué verso destacarte, todo el poema es profundamente bello, bello y doliente. También la belleza duele...
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo y mi admiración.
contigo:
María
Gracias, María. Un placer que te haya gustado.
ResponderEliminarUn abrazo grande también para ti
Inma