se muere una sonrisa,
no importa si la brisa
se lleva mi alborozo.
La cicatriz que queda
después de cada herida,
es una despedida
naciendo en la vereda.
Y cual enredadera
se quedará prendida,
lamento de una vida
que ahora en el aire queda.
En éste alma de invierno
ya se cerró una puerta
y en la noche desierta,
bebo mi propio infierno.
La cicatriz que queda
tras una despedida,
será mi alma suicida,
muriendo en primavera.
Escrito con el alma. Hermoso...
ResponderEliminarGracias,Sonia!!!
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