
Se despeñan las manos
vacías de tu cuerpo
se descuelga en la boca
un te quiero callado
fugitivos los besos
en la loma del viento
que acercan mis anhelos
a tus labios sellados.
Corazón que camina
vagabundo y errante
y que muere a la orilla
de un oscuro lamento
se estremece en silencio
una sombra sangrante
y se acerca en la noche
vacilante a tu puerto.
Tenebroso el olvido
que te cubre los ojos
y me grita al oído
que no lates por mí
y me atrapa el delirio
con su alarido roto
desvistiendo los sueños
que vestí para ti.
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