Lejos de ti me queda este paisaje herido,
atravesado por gélidos amaneceres,
exprimiendo este dolor imprevisto que me alcanza,
y se arrastra imperturbable y silencioso.
He tejido la noche, para evitar el alba,
para encender los sueños en el cénit del viento,
y extraer de tu voz, las palabras calladas,
antes de que el destino dictara su sentencia.
Lejos de ti me quedan las últimas estrellas,
el último deseo en la piel desgarrada,
el espacio infinito, anunciando la muerte,
del verso que en el agua, va hechizando a las olas.
Hermoso, muy hermoso
ResponderEliminarGracias susana. Saludos.
ResponderEliminarComo un dolor profundo Inma.... asi lo senti. Gracias por compartirlo. Me llevo tu blog a mi página en el facebook. apapache hermana!
ResponderEliminarGracias por tu visita, Emilia. Me alegro que te haya llegado.
ResponderEliminarUn abrazo.