brindando por la vida que he soñado
sembrando con ausencias el camino
cantando junto al mar, lo que he llorado.
Dormida entre las sombras y alejada
de tu voz de ceniza desprendida,
la hoguera de mi alma aprisionada
arrulla la sangrante despedida.
Llegaste con la fuerza de un lamento
cruzando la razón y la locura,
amante del dolor y el desatino.
Naúfrago solitario del tormento
perdido entre senderos de amargura,
sólo eres ya un extraño en mi destino.
me gusta mucho la fuerza de tus versos, fuertes como una pasión. Te invito a leer mis textos, saludos!
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, Dolores. He pasado por tu blog y lo que he leído me ha gustado. Ya te iré comentando cuando lo lea más detenidamente porque ahora, ya te sigo.
ResponderEliminarSaludos,
Inma
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSosiega tu alma pues quedan días de mieles y buen vino en cualquiera de tus caminos , el amor solo es amor cuando sale y se manifiesta con caricias,con palabras,con gestos......yo también vivo la ausencia y espero encontrar a mi amante de nuevo en el camino.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, Madison.
ResponderEliminarSaludos,
Inma