el antiguo dolor por tu partida,
ni se abrirá de nuevo aquella herida,
aunque queden amargas cicatrices.
Se alejará con mudo desconcierto
mi corazón desnudo, abandonado
que anclado en el olvido se ha quedado,
llorando solitario en el desierto.
En la tarde la llama misteriosa
mira con lentitud tu amor cobarde,
mientras ella se aleja silenciosa.
Qué ajena siento hoy la despedida
tú me diste un amor de medianoche,
yo en ella te entregué toda la vida.
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ResponderEliminarBello, como los otros poemas que saboreo ..en mi sentir....
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