Hay un silencio tosco llenando los bolsillos
pesado como piedras,
unos pájaros picando sobre un sueño
y una escalera rota.
No hay madera que arregle los peldaños
y cuelga de la tarde la desgana.
Al corazón de un reloj se le han muerto las horas,
se sacuden despacio los restos del estío.
Muy buenas imágenes pero desolador el contenido
ResponderEliminarGracias por leer y comentar, Edith. Un abrazo.
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