no soy ese reflejo que me encuentra,
hornacina de huesos,
cimentando mi estampa.
ni soy ésta sonrisa que me nace,
ni ésta locura ya prevista,
ni la desolación,
que sobreviene.
Son las afueras de mi misma,
la piel que se cercena,
la boca quebrantada,
los sueños mutilados.
Mas allá estoy yo,
precipitándome a algún abismo
insomne y afligida,
afianzando las dudas.
Mas allá estoy yo,
y me alejo
al lado de ésta vieja conocida,
en ésta soledad de siempre
aún mayor…
porque ésta vez,
ni siquiera yo, estaré esperándome
a mi regreso.
bello y profundo inma como todos tus poemas
ResponderEliminarGracias Vladimir.Ya sabes cuánto me gusta lo que tu escribes también.
ResponderEliminarUn placer que te hayas pasado.
Un abrazo,
Inma
Un agrado leerte..mi abrazo¡¡¡
ResponderEliminarGracias suyai. Un abrazo también para ti.
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